Guisantes con bacon

Este es un plato muy rico, y muy fácil de hacer. Además los guisantes les gustan mucho a los niños, por lo menos a los míos.  Y por sus propiedades les ayudan en su crecimiento a nivel de regeneración celular, fortalecimiento de huesos y del sistema cardiovascular y neurológico.
 
 Veamos sus propiedades nutricionales por cada 100 gr:

• 15 g. de Hidratos de carbono.
• 6 g. de Proteínas.
• 6 g. de Fibra.
• 93 calorías.
• 300 mg. de Potasio.
• 26 mg. de Calcio.
• 28 mg. de Magnesio.
• 120 mg. de Fósforo.
• 900 U.I. de Vitamina A.
• 0,21 mg. de Vitamina B1.
• 25 mg. de Vitamina C.

Al ser ricos en magnesio y  en proteína vegetal ayudan a la renovación celular en época de crecimiento, así como en la regeneración de las uñas, el pelo o la piel. Y al ser ricos en  calcio y fósforo ayudan en la fomación de los huesos.

Por tener  vitaminas de  grupo B, que son las encargadas del buen funcionamiento del sistema nervioso, ayudan a mantener un estado de ánimo positivo y evitar el estress.

Además, los guisantes son una legumbre que posee mucha fibra y por lo tanto favorece la función intestinal, son buenos aliados del corazón, por tener propiedades vasodilatadoras y ser capaces de disminuir el colesterol 'malo'.


Sin embargo, si poseéis problemas gastrointestinales debéis tener cuidado pues al ser ricos en sales minerales ácidas pueden provocaros flatulencias y diarreas.

ingredientes

500 gr de guisantes, ya cocidos (mejor al vapor)
250 gr de bacon
70 gr de cebolla, lo que sería una cebolla pequeña
12 gr de harina
30 ml de agua.

Poner a freír a fuego fuerte, aproximadamente en 7 de la vitrocerámica, el bacon en una sarten con un poco de aceite, lo suficiente para que no se pegue. Cuando empiece a soltar grasa echar la cebolla y mantener a fuego vivo hasta que veáis que toma color.

Entonces echáis el harina, removeis un poco para que se impregne con el aceite y rápidamente echáis el agua. Dejáis que de un hervor y ya fuera del fuego echáis los guisantes y removeis.

Lógicamente podéis echar los guisantes congelados, en este caso lo hacéis después de echar el agua, que serían unos 100 ml, y esperáis lo justo a que se queden blandos. Mi consejo, sin embargo, es que los guisantes los cocinéis al vapor para que no pierdan ninguna de sus propiedades y luego los incorporéis al guiso como os he explicado.