lunes, 20 de junio de 2011

Bechamel




La bechamel es muy simple de hacer, por mucho que se empeñen en decirnos lo contrario en todos los sitios, y es muy agradecida. Sirve para hacer croquetas, lasaña, canelones, purés, soufleés e infinidad de otras cosas. Eso por no hablar de que muchas recetas dulces como las natillas, las cremas, la leche frita se basan en la receta de la bechamel, vamos que se cambian los ingredientes pero se cocina de la misma forma.

La bechamel es como Cristóbal Colón se disputan sus orígenes entre italianos y franceses. Yo personalmente creo que es de francesa más que nada porque tradicionalmente se hace con mantequilla y eso es muy francés.

En mi caso la hago con aceite, la mantequilla tiene el problema de que es muy indigesta, y como la frías de más se estropea. El sabor a mantequilla se consigue igualmente echándola al final.

Lo más importante es que la cantidad de harina sea la misma que la cantidad de aceite, luego la leche depende de lo espesa que queráis la bechamel, para unas croquetas perfectas podéis ver las cantidades en el post de croquetas. La receta de bechamel que pongo a continuación es un poco más liquida, a mí me gusta así para los purés, la lasaña etc. pero si os gusta que la bechamel se pueda cortar debéis reducir la cantidad de leche.  Tener en cuenta que al enfriarse espesa.

ingredientes.

70 gramos de aceite
70 gramos de harina
1 litro de leche caliente
sal
pimienta
nuez moscada
una nuez de mantequilla

Que la leche este caliente no es obligatorio, simplemente reduce el tiempo que tardamos en hacerla. La nuez moscada le da el punto exquisito.

Se calienta el aceite en una sartén y se añade la harina de golpe removiendo sin parar hasta que se haga una especie de pomada. Este es el punto más delicado, si se quema la harina habremos estropeado la bechamel, yo por eso os aconsejo que lo hagáis a fuego bajo, se trata de empapar la harina con el aceite, no de freírla.
 
En cuanto toda la harina se haya empapado con el aceite se echa la leche. Echarla toda a la vez y de golpe, nada de eternizarse a poquitos, que además es mucho más fácil que os salgan grumos. 

Remover con unas varillas hasta que se haya licuado todo y no se distingan grumos, vereis que es rapidísimo. Echar ahora la sal, la pimienta y la nuez moscada.

En este punto, necesitáis 30 segundos de dedicación para la bechamel, subir el fuego a tope, yo pongo el superbuster, y no dejéis de remover hasta que obtengáis la consistencia deseada, si lo hacéis así vereis que tardareis muy poco, ya os digo que menos de un minuto. Esperar a que hierva y retirar la sartén  del fuego. Que comience a hervir es importante para quitar el sabor a harina pero no es necesario manteneros con la bechamel hirviendo, es más si os pasáis la bechamel perderá su consistencia y se volverá a licuar.


Si os gusta el sabor de la mantequilla es el momento de echársela y remover hasta que se deshaga. Queda muy rica pero según con qué receta la vayáis a usar no es necesaria y os ahorrais unas calorías.

2 comentarios:

Bara dijo...

Igualita que la receta de mi abuela, que de momento, para mi gusto, hace las mejores croquetas del mundo! :)

Ana Diego dijo...

Mi abuela también hacía unas croquetas de muerte, sobretodo las de carne. ¡Debe ser cosa de abuelas!