miércoles, 15 de junio de 2011

Carbohidratos 1ª Parte: Azucar.

Ya vimos en otras dos entradas como funciona el higádo y el páncreas, y que es lo que sucede cuando los sobrecargamos con demasiados hidratos de carbono. Ahora vamos a ver, poco a poco y en sucesivas entradas, como todos los hidratos de carbono se comportan de una manera parecida en nuestro organismo porque tras su digestión todos se descomponen en glucosa. Sin embargo, la forma de metabolizarse es distinta y ello conlleva ciertas peculiaridades en cada uno.

Azúcar: Es el nombre común para la sacarosa cuya fórmula química es C12H22O11, se compone de dos moléculas una de glucosa y otra de fructosa, procede de la caña de azúcar o de la remolacha.

Una vez obtenido el jugo de la caña se somete a un proceso químico para eliminar todo lo que no sea sacarosa, cuanto más blanco más porcentaje de sacarosa lleva. El azúcar extrablanco es aquel que está completamente vacío de vitaminas y minerales, es decir sólo nos aporta calorías. Según su grado de refinación se clasifica en extra blanco, blanco, rubio o moreno.

La versión más natural de azúcar, el  integral o moreno, tiene algunas vitaminas y minerales que aunque desde el punto de vista nutricional no es relevante por ser el porcentaje es muy pequeño, es un producto natural y no procesado que posee entre otras vitamina B3 pura, calcio orgánico y hierro.  Puestos a tomar azúcar, mejor cuanto más natural, pero cuidado porque venden azúcar moreno que es casi blanco, cuanto más pegajoso sea, más melaza osea menos refinado. Como inconvenieste decir que su sabor difiere del blanco, sabe a regaliz.

Realmente, lo más saludable sería dejar de ingerir azúcar, sin embargo, ya os advierto que es realmente imposible porque, por inaudito que parezca una inmensa mayoría de los productos comerciales están elaborados con azúcar y/u otros sustitutos de idénticas características.

El embutido como el chorizo, el lomo, las salchichas, incluso las de carne fresca, llevan azúcar, las hamburguesas ya hechas, y por su puesto las salchichas de frankfurt, el jamón cocido, el pavo...¡Por Dios, que yo quiero comer carne y no azúcar!.

Los alimentos precocinados en su mayor parte también llevan azúcar, y muchos de ellos en una cantidad importante. Suele ser el tercer o cuarto ingrediente. Las latas, incluso las de espárragos, los botes de verduras como los de acelgas o el cardo están elaborados con azúcar.

Desgraciadamente, he comprobado que la calidad de un producto es inversamente proporcional a la cantidad de azúcar que lleva, pero directamente proporcional a lo que cuesta. Cuanto mayor calidad, menos azúcar y mayor precio.

La justificación para echar azúcar a los productos que se comercializan es, según mi opinión,  conseguir abaratar el producto. El azúcar es un conservante y un antioxidante, un producto con azúcar es menos perecedero, al no estropearse tan rápidamente se puede mantener en venta durante más tiempo y por lo tanto no hay que asumir los costes de unas posibles pérdidas por productos estropeados que no se hayan conseguido vender.

Por otra parte, al echar azúcar a un producto se consigue unificar su sabor, es más fácil conseguir que toda la producción sepa igual, aunque las materias primas puedan variar ligeramente entre un lote y el siguiente.

Reconozco que comprar las cosas con la calidad suficiente como para que no incluyan azúcar sale muy caro, pero al menos me gustaría que fuerais conscientes de lo que estáis comiendo, y en la medida de lo posible leyerais las etiquetas y redujerais los azucares lo más posible.

A veces, las etiquetas esconden el azúcar bajo nombres de lo más variopintos, como dextrosa que puede parecer otra cosa pero es glucosa es estado puro.

Yo personalmente me veo incapaz de suprimirlo de mi vida de manera definitiva, no quiero renunciar de vez en cuando a algún capricho dulce, pero al menos mi intención es suprimirla de los productos que en un principio no deberían contenerla.  Comprando las cosas lo más naturales posibles y cocinando en casa conseguimos además eliminar otro tipo de sustancias, de las que ya hablaremos, como conservantes, acidulantes etc.

Se considera que un consumo moderado de azucares, totales no solo del blanco, no debe sobrepasar el 10% del total de las calorías diarias precisas, o sea pueden tomarse hasta 20g. diarios de azúcares sin causar problemas en el organismo.

Otra cosa de la que me gustaría hablar en este apartado de el azúcar es la creencia de que su azúcar produce hiperactividad en niños. Tras una exhaustiva revisión bibliográfica sobre este tema, los datos científicos con los que se cuenta en la actualidad no avalan tal suposición.

Sí se ha demostrado que tras el consumo de azúcares el organismo libera endorfinas, sustancias que se relacionan con unos mayores niveles de relajación y bienestar físico y mental. Por eso clama la anxiedad y sienta bien en caso de depresión.



No hay comentarios: